20.6.05

Edwin Daniel after Mucha

Sueño 129: Me encuentro en una especie de magnífico palacio al estilo oriental, lleno de lujo. Por alguna razón, yo sabía que era Juan el Bautista, y en palacio me dedicaba a ser el orfebre del rey de Egipto: lo que hacía era incrustar piedras preciosas en las cabezas de cadáveres que me traían. Mi trabajo en el momento era engarzar una especie de gema de color rosa en medio de la cabeza de un cadáver. En un momento determinado, la cabeza abre la boca y sale un gran caudal de agua limpia, como si de una fuente se tratara.

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