31.10.03

Sueño XXXIV: Estoy en un cruce con semáforo cerca de mi primer colegio. Voy casi desnudo, sólo llevo una camiseta. Al otro lado del cruce, hay una chica desnuda, de pelo castaño y rizado, delgada, que intenta taparse con las manos las partes más íntimas de su cuerpo. Lejos de mí hay gente que nos observa como si fuéramos un espectáculo. Cruzo el semáforo y voy hacia la chica. Ahora estoy en mi habitación. Ella está en el baño, yo la espero y me quito la camisa, lo único que llevo, pero después de haberlo hecho me da la impresión de que sigo llevándola. Sé que cuando entre nos tumbaremos en mi cama y haremos el amor...

29.10.03

Sueño XXXIII: Estoy sentada en un despacho, atendiendo a un cliente.Me comenta que quiere comprar acciones del Banco Popular, del BBVA y de Matrix (sí, de Matrix). Según le estoy oyendo hablar, relleno un formulario por cada petición que me hace. Comento con él la situación financiera de cada uno de estos valores bursátiles. De repente empiezan las noticias en una televisión que está encima de mi mesa. La apago para que no nos moleste. La persona con la que hablo es un hombre con bigote, normalito, que no me inspirar ningún tipo de sentimiento. Mientras esperamos alguna cuestión que no recuerdo, para que no se aburra, le hago unas patatas fritas en un santiamén y se las sirvo en un plato allí mismo. El tipo en cuestión se empieza a comer el plato de patatas encima de los papeles de la mesa, y yo quedo un poco horrorizada, aunque no sé el motivo, porque le he servido yo misma. En ese momento despierto.

1.10.03

Sueño XXXII: No me acuerdo bien dónde estaba, no creo que fuera de noche, pero el cielo estaba muy tapado. Sólo me acuerdo que estaba un amigo mío, un chico bajito y alguien más. Mi amigo trepaba por unas maderas extrañas y se metía por un agujero que parecía una tapa de water. Entrábamos, no sé cómo, y estábamos como en una base científica. entonces en nuestro grupo está el Duende Verde, ese malo de Spiderman de traje lila. Y nos dice que nos llevará por el buen camino para conseguir nuestro objetivo. Lo seguimos en fila india, él va hablando y hablando y al girar una esquina, nos vamos por otro sitio. Entonces entiendo que lo que pasa es que somos como un equipo de superhéroes. "Yo quiero tener los poderes de Lobezno", pienso. Vamos por un pasillo con puertas a cada metro de distancia, son pesadas, de metal y cristal, y por ellas pasan viejos con bata blanca que deben de ser científicos. Uno de los que está delante nosotros tiene un poder que hace que no nos vean, o que nos vean como científicos también. Pero al pasar ese tramo, llegamos a unas escaleras que bajan donde nos esperan una especie de soldados-ninja. Yo me quedo parada y los demás van al ataque hasta que sólo quedan dos amigos vivos, decido actuar. "Yo tengo los poderes de Lobezno" y me tiro de las escalers gritando y sacando mis supergarras del puño y veo que el soldado me mira aterrorizado. "Sabía que acabaría pasando, soy la última y me como el marrón yo sola" pienso.
Después de esto, estoy caminando por la calle con mucha gente, reconozco a mi lado a una amiga mía. La calle es ancha, no tiene ni acera ni asfalto, es tierra. Los pisos no llegan a los cinco pisos y estan cubiertos de tierra y se ve qe nadie vive en ellos. Se ve que somos un grupo de supervivientes que vive en ese extraño barrio, hay muy pocos edificios altos y es fácil ver el cielo que es de un color gris y naranja, muy tapado por nubes que parecen de tormenta, per aún así hay luz difusa.
Subimos a lo que es nuestro piso, en la terraza hablamos las amigas de cualquier cosa y nos reímos del piso que hay delante nuestra. Es un piso azul, en mal estado y que de la azotea sale un palo de metal muy grande que aguanta una especie de móvil, eso que los niños pequeños tienen en sus cunas. Pues era gigante, cada figura era más grande que las ventanas del piso y también parecía muy pesada. estaban colgando por toda la fachada. Nos reíamos que la figura de la muerte (un calavera) estaba en el suelo llena de tierra.
Luego estaba en una casa rica, yo iba con el vestido de la novia de la rosa de Utena y mi madre iba a hablar con mi prometido para decirle cuando nos casaríamos, yo tenía mucha vergüenza pero estaba contenta porque lo quería mucho. Mi madre pasaba al salón de mi prometido y hablaba con él, luego me decía que podía pasar. Pasaba y mi prometido estaba con una bata de esas de seda y le daba vergüenza que le viera así, yo bajo la cabeza y mi madre, que no era mi madre real, nos decía que ya nos acostumbraríamos a esto. Luego me he despertado