13.7.04


Sueño 93: Estoy en una hacienda o gran casa rural, que ha sido convertida en monasterio donde sólo habitan monjes. Es de noche. Yo miro por una de las puertas y veo un coche a lo lejos cuyos viajeros miran en dirección al monasterio. El coche se pone en marcha, y sigue un sendero hasta aparcar. Yo, atemorizado -soy el jefe del monasterio- llego a la puerta y paso el cerrojo antes de que nadie pueda entrar. El coche está delante de la puerta, con las luces apagadas.

Después, encuentro una especie de mapa que indica que el monasterio está en un bosque y que, desde la colina de detrás, se divisan todos los alrededores. Decido subir a ella para ver si puedo atrapar al intruso que sé que está rondando el lugar. Aquí empieza a apoderarse de mí un sentimiento de angustia: empiezo a subir a gachas. La textura del suelo es como de goma, como si fuera colchón hinchable. Es noche cerrada: no se ve ni se oye absolutamente nada. Lo único que hago es dar palos en la más completa negrura. De repente, oigo como una respiración y un movimiento y empiezo a golpear e insultar ("¡Hijo de puta! ¡No escaparás!") en la dirección en que he oído el movimiento. Me despierto terriblemente asustado.

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