Sueño 98: Estoy en un barrio muy pobre, huele mal y está muy sucio, pero en el centro de la colonia hay una hermosa catedral como la de la Sagrada Familia de Gaudí, hecha de un material que no sé si es mármol ó cristal. Entro y lo primero que veo es la figura de un santo, un pastorcillo que se ha cortado las venas y le da de beber de su sangre a un cordero. Entonces me percato que realmente están vivos y me miran furiosamente; camino hacia atrás para esquivar sus miradas acusadoras y tropiezo con un joven, del cual (no sé cómo) sé que es mi padre, y le pido que me lleve lejos de ahí y una vez a salvo, en agradecimiento le doy un beso.
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