29.6.05

Sueño 131: Estoy con una amiga en el patio de una casa, de noche, viendo las constelaciones de estrellas. Ella me señala algo en el cielo: es una bruja que vuela con su escoba. No sé de donde saca un arco de tiro deportivo y le dispara. La bruja cae justo en la entrada de la calle de la casa. Le digo que tenemos que deshacernos de ella, así que voy donde está y la cojo y le arranco la cabeza (en ese momento, la figura de la bruja y la escoba se han mezclado, y cuando le rompo el cuello es como si rompiera un palo). Acto seguido llevamos lo que queda de ella a un contenedor de basura. El pelo pajizo le cae de la cabeza y dejamos un rastro de ellos en la calle.

Art by Edwin Daniel

28.6.05

Art by Edwin Daniel

Sueño 130: Soñé que después de años de ausencia regresaba a tomar clases de ballet. Aunque el salón me era familiar asi como los compañeros, bahía algo raro en la atmósfera. Había mucha gente en la clase. Como siempre en esos casos, habia que poner una o dos barras móviles a la mitad del salón. Yo ayudaba a mi maestra a hacer esto, pero los postes donde se sujeta la barra tenían ruadas e intentaba tomarlos, pero caminaban solos. Mi maestra colocó la barra sola y de repente me percato que ella era pequeñita, adulta, pero del tamaño de una niña de 4 años. Luego intenté tomar un sitio en la barra, pero estaba tan alta que llegaba al techo. Por mas que me esforzaba no podia tomarla y tuve que escalarla como si se tratara de un poste. Nadie mas que yo empequeñecí ¿o es que en realidad la barra me quedaba altísima?

20.6.05

Edwin Daniel after Mucha

Sueño 129: Me encuentro en una especie de magnífico palacio al estilo oriental, lleno de lujo. Por alguna razón, yo sabía que era Juan el Bautista, y en palacio me dedicaba a ser el orfebre del rey de Egipto: lo que hacía era incrustar piedras preciosas en las cabezas de cadáveres que me traían. Mi trabajo en el momento era engarzar una especie de gema de color rosa en medio de la cabeza de un cadáver. En un momento determinado, la cabeza abre la boca y sale un gran caudal de agua limpia, como si de una fuente se tratara.

19.6.05

Sueño 128: Una vez soñé con una mujer joven que me ordenaba que limpiara sus zapatos con la lengua. Ella trae botas de vinilo negro y me demuestra cómo quiere que lo haga, poniéndome el ejemplo ella misma. Después de eso voy gustoso a limpiar su calzado, creo que es hermoso.

Art by Edwin Daniel

13.6.05

Sueño 127: Estaba en una fiesta en la casa de la playa de unos amigos, cuando de pronto nos invade un grupo de gente diminuta, apenas tan alta como un muñeco. Vienen armados de filosas dagas y atacan a todos, a mí me toman del cuello y me cortan la lengua; sólo veo como sale ese pedazo de carne saliendo volando de mi boca. Los hombrecillos son extremadamente violentos, han hecho una orgía de sangre. Algunos invitados están a la merced de su ataque, los pisos se han teñido de rojo.

Artwork by Edwin Daniel

5.6.05

Edwin Daniel

Sueño 126: Soñé que me citaba con mi ex-novio en un hotel de carretera, al verlo me sorprendió que llevara puesta una gorra ridícula y le pregunté el porqué la traía, se la quitó y veo como todo su cabello se empieza a caer de su cabeza. "Me estoy quedando calvo" dice él, de lo más tranquilo "y si volvieras conmigo volvería a tener pelo otra vez". Nos quedamos un rato en la cama del cuarto de hotel y yo me levantaba, no volvería a caer en los mismos errores otra vez.

3.6.05

Edwin after McKay


Sueño 125: De niño soñaba que abría la puerta de mi casa y en lugar de pavimento duro, la calle estaba hecha de colchones y yo salía brincando.

1.6.05

Sueño 124: Es de noche y llego a casa. Entro en el portal de mi edificio, compruebo si hay correo en el buzón y subo las escaleras. Vivo en un tercero, así que paso el primer piso, el segundo... sigo subiendo y, de repente, estoy delante de la puerta del cuarto piso. No hay tercero, o quizá me lo he pasado sin darme cuenta. Me sitúo en el rellano que hay entre plantas y observo, atónita, que el piso inferior es el segundo y que el siguiente es el cuarto. Imagino que me he equivocado de portal, así que intento salir a la calle. Bajo las escaleras: cuarto, segundo, primero, segundo, cuarto... Vuelvo a estar en el mismo lugar, y no encuentro ni la puerta de mi casa, ni la de salida. Tengo la impresión de estar subiendo y bajando escaleras durante horas. Agotada, me siento en un rellano y, al levantar la mirada, veo la puerta del tercer piso. Saco la llave, la abro y entro. Se supone que estoy en mi casa, pero no reconozco nada de lo que veo. Los muebles, el color de las paredes, son distintos. Incluso el olor es diferente. Se escucha música en el salón, pero nunca consigo llegar. Siempre me despierto antes.



Arte por Edwin Daniel