Sueño 95: Vamos por un camino empedrado con aserrín y pedazos de madera, es a la izquierda, posiblemente en Guadalajara y es más fácil llegar en carro que en coche. Allí el camino se bifurca y un lado lleva a la alberca* vieja. Voy. Me aviento un clavado y salgo con asco porque está llena de semen. Mi prima me cuenta que a ella también le pasó. Yo tengo
ganas de un chapuzón así que estoy en un murete dentro de la alberca, con un barandal de aluminio. Mi papá dice algo sobre ella, y me sumerjo. Otra vez están todas sus paredes forradas de semen viejo como moho. Salgo. Luego estamos en Puerto Vallarta y uno se cuela al hotel diciendo que va a la habitación 433, que es lo que hacemos (somos tres). Nadamos y el gerente sospecha de nosotros. Salimos por la playa, evadiendo a la CIA, pero nuestras cosas están junto a la alberca y hay que ir por ellas, así que me corto el pelo para que no me distingan. Luego hay una discusión entre mis papás sobre mi futuro académico: mi madre encontró entre cosas viejas el currículum de un maestro muy bueno que es hijo de un amigo suyo y da una clase importantísima que Rodrigo había dicho. Me despiertan los gritos y me estoy poniendo unos calcetines grises horrorosos. Ellos no saben que desperté y los veo desde sentado en mi cama, hasta que se dan cuenta. Mi mamá me dice todo eso y yo veo los papeles; el profesor aquel (P.) había regañado al hijo del amigo de mi mamá y me divierte porque es un imbécil que estuvo en la prepa y era un matado. Además, el apellido no era del profesor sino suyo.
[*alberca: piscina.]
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