30.8.04

Sueño 104: Me encontraba en el estacionamiento de un centro comercial, era por la tarde y el sol se empezaba a ocultar. Fue entonces que me percato que hay alguien cerca de mí, un hombre desfigurado, con el rostro irreconocible por quemaduras, ya no tiene labios y sólo se le ven los dientes y las encías, va despeinado con sus horribles mechones y es entonces cuando me mira y dice "Yo sé quién eres tú". Mi respuesta fue muy tonta, pero sabiéndome en un sueño no la ví sin sentido, dije "¿Sabes si soy el Rey Rojo?" a lo que responde con un rotundo y cruel "No, no lo eres". Entonces despierto.

Artwork by Edwin Daniel

24.8.04

Artwork by Edwin Daniel

Sueño 103: Por un inexplicable motivo estaba en Madrid. Algo extraño pasaba ahí, había tropas que buscaban extranjeros latinos, los encerraban y los mataban. Me sonaba absurdo, yo tenía mis papeles en regla, pero de todas formas decidí seguir el consejo que alguien me dio y guarecerme en un departamento. Los elevadores no servían así que subí por una escalera obscura y estrecha; al final de la escalera había una puerta blanca. Toqué, me abrieron, dentro había varias mujeres, sólo me acuerdo de dos: mi maestra de Literatura de primero de preparatoria y una niña gordita, rubia y bajita. Una vez dentro empecé a hablar con ellas, solté una carcajada, me reprendieron por ello: había que ser silenciosas. Se escucharon pasos en las escaleras, todas se ocultaron, la niña rubia lloraba detrás de la puerta. Una mujer gorda y muy blanca, con pelo largo y negro nos gritó en inglés que no quería más ruido o no nos prestaría el departamento para escondernos, se fue.
Yo no tenía miedo, salí al balcón con la que fue mi maestra, hablamos de tonterías pero soplaba mucho viento y teníamos que gritar para escucharnos. De nuevo se oyeron pasos en la escalera, se escondieron otra vez, yo no me escondí. Abrieron la puerta, eran soldados. Sólo me llevaron a mí por ser la única visible; eran muchos, uno era rubio, de ojos brotado y azules, era norteamericano. Le pedí que me dejara ir, rehusó. <<Ya te tocará a ti también>> le dije en español. Estábamos en la planta baja del edificio, era un lobby con sillas, parecía la sala de espera de un consultorio médico. Los soldados habían ido por los camiones que nos llevaría una especie de campo de concentración y éramos vigilados por un cabo (habían más prisioneros en el lobby) que estaba sentado a un lado de mi, a su izquierda había una mujer con un vestido color ciruela que lloraba muchísimo. Empecé a hablar con el cabo
-¿Le temes a la muerte? ? Me preguntó
-No, a la muerte no, le temo a la vida.
-¿Cómo es eso?
-Imagina saber que éste es el último segundo que vives. ¿No te llenarías de terror?
-Sí, da miedo...
-Qué bueno que estoy sola, no soportaría ver el último segundo de mis padres o que ellos vieran el mío.
El soldado se soltó a llorar, yo lloré también, volteé a verlo. <<No me vayas a abrazar>> me dijo, abracé a la mujer de pelo largo. El soldado me dejo ir, salí corriendo del edificio pero me atraparon y me llevaron a un campo de concentración, todo estaba sucio, había mucha gente. Nos sacaron a un jardín enorme y nos obligaron a hacer una fila. Varios soldados cargaban armas con municiones naranjas, dos soldados mujeres se me acercaron y me dijeron: <<no te creas con la dicha de morir, esto es sólo para probar puntería, no matan pero duelen mucho sobretodo en las manos>>. Me dispararon en la palma de la mano, grité y enseguida empezó a sangrarme la mano. Yo lloraba de dolor y de miedo, formado detrás de mí estaba el soldado norteamericano y llena de odio le grité: <<Te lo dije, te iba a tocar a ti también, pero no te guardo rencor, ahora estamos en igualdad de condiciones>>.

20.8.04

Artwork by Edwin Daniel

Sueño 102: Estoy en una habitación muy estrecha. Llevo una bata de médico y delante de mí, hay una mujer tumbada en una camilla de hospital, me indica que tiene no sé qué molestia en la vagina. Entonces entiendo que soy ginecólogo. En la habitación casi no hay espacio para que pueda examinarla. Cojo unos instrumentos raros y me acerco a ella. Le digo que esté tranquila, que se relaje porque si está tensa no podré revisarla. Meto la cabeza dentro de su camisón, veo su vagina rasurada. La noto nerviosa, la vagina está inquieta, como haciendo un movimiento extraño de respiración. Intento calmarla lamiendo toda la vulva, pero no parece surtir efecto.

19.8.04

[Una nota del editor de Estación de Nieblas]
Estimados amigos y navegantes, nuestro blog acaba de llegar felizmente a los 100 sueños y a superar las 5000 visitas, que, aunque es poco para lo que es la red, nos llena de orgullo tanto a Edwin como a mí. Creemos que este blog sigue siendo muy interesante porque aporta de una manera descarnada lo que quizá sea la faceta más creativa de nosotros: los sueños. Por muy poco que nos guste el Arte, todos somos artistas en los sueños. Y este período de nuestra vida, en que como decía Neil Gaiman, te comportas como un salvapantallas, es el que compartimos aquí. Pesadillas, sueños felices, humedades nocturnas... Porque, por unas horas, nosotros nos convertimos en directores, realizadores y actores de cine.
Quiero destacar la labor que ha hecho Edwin Daniel desde que se incorporó a nuestro proyecto ilustrando cada sueño a su libre interpretación. Edwin es una suma de estilos, y siempre sorprende en cada uno de sus trabajos. Es para mí un placer haberle conocido, poder trabajar con él, y seguir su evolución. Seguro que el futuro le aguarda muchos triunfos.
Y a vosotros, navegantes, sólo me queda daros las gracias por pasar por aquí y colaborar con nosotros. Os quiero de nuevo invitar a seguir enviando sueños para que este blog siga su curso. Siempre andamos muy escasos y muchas veces Edwin y yo hemos de recurrir a nuestras propios paseos oníricos. Me gustaría que este blog también fuera vuestro. Para eso, y para que no haya limitaciones ni censuras en el contenido, decidimos que el soñador se mantendría anónimo. Porque cuando soñamos nadie nos censura. Así en Estación de Nieblas. Si quereis colaborar, podéis escribir a correuabandonat[@]hotmail.com.
Y felices sueños a todos.
J.Q.


Artwork by Edwin Daniel

Sueño 101: Estaba en mi trabajo (yo soy recepcionista) y venía la gente de Greenpeace con esas máscaras de oxígeno que se usan en las guerras químicas. Querían entrar como a "revisar" o "averiguar" no sé qué cosa. La sensación era que yo tenía miedo, ya que adentro en mi trabajo estaban festejando un cumpleaños, era una fiesta grande.
Entonces yo les decía que "por favor esperen acá, que ya los anuncio" y resulta que cuando voy a la parte de la fiesta la gente de Greenpeace empieza a aparecer. En una parte veo como fuego por todos lados...

16.8.04

Artwork by Edwin Daniel Sueño 100: Soñé que iba con una chica, en una calle, era de noche. No había apenas gente, tan sólo una gitana a lo lejos (apunto que por mis experiencias día a día suelo asociar, siendo un prejuicio, a los gitanos con gente incívica y despreciable). La calle era triste, monótona, sin apenas detalle... Y no sé exactamente por qué motivo, no sé si le decía algo, pero ella se entristecía, casi al punto de llegar al llanto y se marchaba corriendo. Yo la persigo, gira por una calle a la izquierda, la veo a lo lejos y parece que ya la he perdido de vista cuando... Ahí delante hay alguien; me acerco y puedo ver que es una especie de anfibio, de color verde, un ser extraño, va vestido con una gabardina, de negro; su cara es totalmente inexpresiva. Y en una fracción de segundo ocurre lo siguiente: hay un trueno, estoy muy asustado, la iluminacion del trueno me permite ver lluvia de fondo y, a lo lejos, sólo por un instante, un tren que va a toda velocidad. Inmediatamente aparece en mí la lucidez, siento que eso debe ser un sueño, me lo digo a mí mismo aterrado... y despierto temblando.

12.8.04

Artrork by Edwin Daniel Sueño 99: Estoy en mi cama y me despierta una mujer desconocida. Lleva una especie de fusta, y empieza a preguntarme a voz en grito dónde está su bonsai, dónde lo he escondido. Yo temo que pierda los nervios y empiece a golpearme con el palo, así que le lanzo un vaso de cristal que hay en la mesita de noche e intento escapar. Me lanzo por la ventana, pero el salto no es mayor de un metro, a pesar de que vivo en un segundo piso. Es de madrugada, la noche está tranquila y callada. Me alejo corriendo, de fondo oigo el grito de la desconocida, que por la ventana, en la quietud de la noche, me sigue preguntando sobre el bonsai.

11.8.04

Sueño 98: Estoy en un barrio muy pobre, huele mal y está muy sucio, pero en el centro de la colonia hay una hermosa catedral como la de la Sagrada Familia de Gaudí, hecha de un material que no sé si es mármol ó cristal. Entro y lo primero que veo es la figura de un santo, un pastorcillo que se ha cortado las venas y le da de beber de su sangre a un cordero. Entonces me percato que realmente están vivos y me miran furiosamente; camino hacia atrás para esquivar sus miradas acusadoras y tropiezo con un joven, del cual (no sé cómo) sé que es mi padre, y le pido que me lleve lejos de ahí y una vez a salvo, en agradecimiento le doy un beso.

Artwork by Edwin Daniel

9.8.04

Art by Edwin Daniel

Sueño 97: Mi sueño comienza en un aeropuerto donde veo subirse al avión a una estrella de rock muy famosa, lo saludo y de algún modo extraño sé que va a morirse... Pero no se lo advierto ni le digo nada. Al poco tiempo, me entero por los periódicos de que ha fallecido al estrellarse su avión y veo a un muchacho llorar como si fuera su viudo.

8.8.04

Art by Edwin Daniel

Sueño 96: Estaba en una escuela de arte. Recuerdo que era un examen muy importante y nos habían dado libertad para pintar lo que quisiéramos. Frente a mí tenía un enorme lienzo en blanco y yo estaba muy asustado, en parte porque no sabía qué pintar y en parte porque de ello dependía mucho mi calificación. Entonces recordé que de niño mis padres me llevaban mucho a la playa y empecé a pintar el mar. Cuando terminé tenía frente a mí un hermoso cuadro de una marina, con todo y sus barcos, era tan real que casi podía tocar el agua... cuando de pronto empezaron a salir a la superficie unos camarones gigantes y empezaron a devorar las barcazas dentro de la pintura.


7.8.04

Art by Edwin Daniel

Sueño 95: Vamos por un camino empedrado con aserrín y pedazos de madera, es a la izquierda, posiblemente en Guadalajara y es más fácil llegar en carro que en coche. Allí el camino se bifurca y un lado lleva a la alberca* vieja. Voy. Me aviento un clavado y salgo con asco porque está llena de semen. Mi prima me cuenta que a ella también le pasó. Yo tengo
ganas de un chapuzón así que estoy en un murete dentro de la alberca, con un barandal de aluminio. Mi papá dice algo sobre ella, y me sumerjo. Otra vez están todas sus paredes forradas de semen viejo como moho. Salgo. Luego estamos en Puerto Vallarta y uno se cuela al hotel diciendo que va a la habitación 433, que es lo que hacemos (somos tres). Nadamos y el gerente sospecha de nosotros. Salimos por la playa, evadiendo a la CIA, pero nuestras cosas están junto a la alberca y hay que ir por ellas, así que me corto el pelo para que no me distingan. Luego hay una discusión entre mis papás sobre mi futuro académico: mi madre encontró entre cosas viejas el currículum de un maestro muy bueno que es hijo de un amigo suyo y da una clase importantísima que Rodrigo había dicho. Me despiertan los gritos y me estoy poniendo unos calcetines grises horrorosos. Ellos no saben que desperté y los veo desde sentado en mi cama, hasta que se dan cuenta. Mi mamá me dice todo eso y yo veo los papeles; el profesor aquel (P.) había regañado al hijo del amigo de mi mamá y me divierte porque es un imbécil que estuvo en la prepa y era un matado. Además, el apellido no era del profesor sino suyo.

[*alberca: piscina.]


6.8.04

Art by Edwin Daniel

Sueño 94: Veía cómo la hija de mi hermana llegaba del kindergarden con un muñón sangrante y al parecer era el único en percatarme de ello, mientras la niña hacía sus actividades cotidianas (jugar, comer, dibujar) manchando con su sangre toda la casa.