Sueño XL: Me desperté sobresaltada porque tuve la sensación de que alguien dormía a mi lado. Abrí los ojos en la penumbra y de inmediato noté su cercanía y empecé a sentir su piel. Pero no me asusté. Aquella sensación no me produjo ningún rechazo. Es más, de repente era yo quien, poseida, tomaba la iniciativa. Besaba su cuerpo desnudo, recorría con mi lengua sus senos, sus manos, su cuello. Pero no podía distinguir su rostro. Era sólo un cuerpo. No tenía cabeza. Después me di de bruces con su vulva. "Pero si a mi no me gusta comer coños", pensé. Y aún así continué con aquella especie de aventura fascinante que me enloquecía. Estaba excitada. Terriblemente excitada.
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